Karma y conciencia social


Karma y conciencia social.

Trascender el dolor o el sufrimiento del karma se puede ver de modo parcial o total, de modo parcial se trata de superar algún aspecto de nuestro karma, ya sea familiar, laboral, personal, etc. cambiar nuestro karma negativo por otro positivo requiere sencillamente de cambiar nuestra actitud ante lo que nos causa el sufrimiento, cada caso o circunstancia requiere su cambio particular, que cada cual debe de comprender. Frente a los cambios que debemos enfrentar para modificar el karma particular tenemos el miedo a los propios cambios, es decir que al problema en particular siempre le acompaña el miedo, la incertidumbre del cambio.


Otra cuestión es el liberarse del sufrimiento o del karma totalmente, en este caso el cambio ya no es parcial sino total, lo que requiere un cambio de visión de nuestra vida o totalidad. Cuando realizamos un cambio parcial realizamos una transacción de valores positivos a negativos o viceversa, por ejemplo si somos demasiado buenos en algún aspecto los demás pueden abusar de nosotros, entonces tenemos que hacer una transacción de la columna de la misericordia hacia la columna de la severidad, si por el contrario somos negativos con nosotros mismos o los demás tenemos que pasar de la columna de la severidad a la columna de la misericordia o compasión, todo ello es un juego de valores, que de un modo u otro mueven la balanza de la justicia o del karma.

Cuando decidimos trascender el karma en su totalidad, sucede que la visión ya no es parcial, ni individual, el cambio es global y colectivo. Es decir, que ya no nos centramos en cambiar nuestro karma por cuestiones meramente personales, sino que, en este cambio o transformación son los propios valores buenos o malos, positivos o negativos, los que se ponen en juicio por un bien común. Entonces indagamos sobre la mecánica de la ley del karma.

Mientras veamos el karma como una situación personal solo veremos una parcela del karma, mientras que si nos disponemos a trascender la totalidad del karma la visión se amplía a toda la realidad del karma. Entonces ya no se trata de comprender nuestro propio karma sino el karma de la humanidad, ahí la comprensión se multiplica hacia todo el colectivo humano, lo que nos proporciona la conciencia compasiva que los budistas denominan el “bodichita”, que es la misma conciencia Cristo.

La conciencia compasiva es la base de una conciencia social, donde el karma es visito de modo colectivo y no solo de modo individual, cuando desarrollamos la conciencia social, vamos dejando nuestro sufrimiento ensimismado en sí mismo y nos abrimos al sufrimiento de nuestros semejantes, este cambio de actitud es una conversión hacia un camino verdaderamente inteligente a la vez que espiritual. La nueva espiritualidad no puede cerrarse exclusivamente en el individuo, debe de ampliarse y abrirse a lo comunitario.

En el pasado la conciencia social estaba regida por la teología, por la influencia de las religiones predominantes, pero los nuevos tiempos, el impulso de nuestra conciencia en busca de un verdad más amplia y profunda, ha dejado de lado los dogmas de la fe, para iniciar una reflexión eficaz sobre nuestra realidad humana. Esta nueva reflexión que todos debemos enfrentar debe ser abierta, abierta a lo nuevo, todos nuestros conceptos y creencias requieren de nuevas revalorizaciones, y ¿de donde debemos partir en estas nuevas reflexiones? Desde la conciencia social, que debe incluir las exigencias que el nuevo mundo nos presenta, con su globalización, su crisis política e institucional, el cambio climático, etc. el mundo, la humanidad exige un cambio.

Una nueva espiritualidad, debe de dejar el lastre del pasado y sus complejas tradiciones, para afrontar de modo resolutivo las exigencias que el mundo demanda. Si en nuestro pasado la divinidad se situaba en los cielos ajena a lo terrestre, pero desde donde supuestamente se ejercía un supuesto control total, ahora la realidad concreta nos dice que, si dios existe, existe en la conciencia social, recomendamos el libro de ken Wilber “un dios social”. Al igual que Jesucristo dijo que podía derrumbar el templo y reconstruirlo en tres días, nos corresponde a nosotros ahora derribar el templo y reconstruirlo, se pueden elaborar diferentes interpretaciones sobre lo que Cristo quiso decir, pero es evidente, que derrumbar un templo significa derrumbar todo lo que tenemos concebido como sagrado o intocable, tal derrumbamiento solo nos lleva a crear algo nuevo.


Un verdadero cambio social debe de ir junto a una conciencia social, tal conciencia es la que el mundo, la vida la humanidad nos exige en estos momentos donde la humanidad está en riesgo de supervivencia, el tiempo nos apremia. Derrumbar el templo, podemos interpretar como algo revolucionario y lo es, pero si la cuestión es crear algo nuevo, las mismas revoluciones deben de ser algo nuevo, las revoluciones sociales del pasado hechas con sangre y fuego, sabemos que no son ahora efectivas, lo fueron en parte en su momento, pero actualmente la exigencia, la urgencia demanda un nuevo tipo de revolución pacífica, basada en la conciencia social, no podemos enfrentarnos unos a otros como en el pasado, ahora el karma nos concierne a todos, es una necesidad de supervivencia, o ¿acaso no lo es? La revolución empieza activando y desarrollando la conciencia social.

No podemos en estos tiempos eximirnos de lo que le sucede a otra persona en otro país, aunque este país se encuentre en la otra parte del mundo. recordemos el reciente caso de bullying (acoso) de Quaden Bayles el niño australiano que padece enanismo y que nos impactó a todos, hoy en día nadie puede ser ajeno al sufrimiento de otros, aunque estén en la otra parte del mundo. La conciencia social, se basa en la compasión hacia nuestros semejantes, desde esta compasión se debe de reconstruir lo nuevo.

¡Que magnífica idea la de derrumbar el templo! En realidad, si observamos con claridad lo que está sucediendo, el templo se está derrumbando por sí mismo, recomendamos el libro de Manuel Castell “Ruptura”, considerado como uno de los más excelentes sociólogos contemporáneos, donde explica que la gente ha perdido la fe en los políticos, gobiernos e instituciones, en fin que el templo se está derrumbando, tal derrumbe también afecta a las instituciones religiosas, sino creamos una nueva conciencia social, serremos aplastados dentro del templo.


La lucha ya no es contra naciones enemigas, ni contra ideologías o creencias diferentes, la lucha se encuentra en nuestra conciencia, conciencia que no se ciñe a lo individual, sino que la conciencia es universal, esta, es la lucha. El karma, si algo pretende como lección de la vida es que la compasión surja de nuestras conciencias por el bien de nuestros semejantes, por el bien del mundo de la naturaleza, los animales, las plantas, de todos los seres vivos. Esa conciencia está latente en cada uno de nosotros y el karma persistirá hasta que nos demos cuenta que el mundo lo co-creamos todos juntos, de eso trata la “nueva conciencia social”.

Atentamente:

Rafael Pavía.       03/07/2020.



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