Meditación Contemplativa

Meditación Contemplativa.

¿Qué es la meditación contemplativa?

Los que se han interesado por las diversas técnicas de la meditación se han encontrado con muy diferentes métodos; aquí en occidente, la meditación se relego solo a algunos ámbitos místicos y esotéricos, creándose una necesidad de suplir la carencia de un método de conocimiento interior surgió la psicología, el psicoanálisis, la psiquiatría, las terapias, los métodos de auto-ayuda, etc., actualmente se está difundiendo el Mindfulness (que se interpreta como atención o conciencia plena en el presente). También han llegado desde oriente las técnicas del yoga, del budismo zen y el budismo tibetano, como otras corrientes de meditación orientales.

En oriente siempre existieron técnicas de meditación al alcance de cualquiera que estuviera interesado, quizás por ello no surgió la necesidad de crear los estudios de psicología y psiquiatría y demás modalidades que se han creado aquí en occidente. Recomendable son leer los libros de Alan Watts “Psicoterapia del Este, psicoterapia del Oeste”, o el libro de D.T. Suzuki y Erich Fromm: “budismo zen y Psicoanálisis”. Estos libros fueron pioneros en el encuentro entre la mentalidad occidental y la oriental; ciertamente se ha buscado que la visión occidental y oriental convergerán y de ese encuentro optimizar la ciencia del conocimiento humano, al respecto hoy en día ya existe buena documentación al respecto.

En este artículo queremos hacer una aproximación a la meditación contemplativa que resulta la meditación más elevada, siendo aún para muchos occidentales difícil de comprender. En occidente hemos tenido místicos que profundizaron en la contemplación, como es el caso de Miguel de Molinos, San Juan de la Cruz, el maestro Eckhart de Hochheim, estos dos últimos han sido estudiados por los propios monjes zen del Japón. Y es que, en las más altas cumbres de la conciencia, es decir en la meditación contemplativa el lenguaje del entendimiento pasa de una lógica racional a una lógica intuitiva, siendo que lo intuitivo es un lenguaje no verbal que circula en el ámbito de una conciencia activa, despierta, por lo que el entendimiento entre místicos y meditadores contemplativos es pura simplicidad.

La contemplación requiere de una mente serena y atenta, siendo tal serenidad mental y atención un camino tortuoso para quien empieza a caminar por estos caminos de la mente y la conciencia. Tres pasos existen en la meditación contemplativa según la tradición occidental: 1º contemplación purgativa, 2º contemplación iluminativa 3º contemplación unitiva.

La primera etapa de la purgación es la más sufrida porque el principiante ve demasiados obstáculos y su comprensión es torpe, más la mente es un constante estorbo. En la segunda etapa, la iluminativa uno empieza a gozar y disfrutar de esa mente serena y de la atención plena, le surge la inspiración y empieza a comprender con clara luz lo que es la mente y uno mismo o el Ser; pero también esta etapa tiene sus sinsabores, sus noches oscuras y tormentos, porque cuando uno recibe luz, comprensión, paz, amor, etc. se da cuenta de que la conciencia iluminada puede aportar mucho más de lo que uno espera, porque en esta etapa sucede que entramos y salimos de la luz ya que aún no hemos madurado, los periodos de oscuridad son a veces peores que cuando uno aún no se había experimentado la luz del Ser.

Por ultimo tenemos la contemplación unitiva, que se da cuando uno establece un centro de gravedad en la misma conciencia. Esta etapa tiene dos partes la pasiva y la activa, primero se alcanza la parte pasiva, donde uno experimenta la contemplación en el silencio, la quietud, la soledad, en el retiro, es decir manteniendo una actitud pasiva frente a este bullicioso mundo. En la segunda etapa de la contemplación unitiva, complementamos la meditación con la actividad diaria, entonces la contemplación se convierte en nuestro modo de vida y se denomina como una contemplación pasiva-activa No Dual.

Para alguien que se inicia en la contemplación le resulta difícil entender lo que es la “Unidad No Dual”, ya que trasciende la mente ordinaria, quedando la conciencia libre de lo conceptual, abriéndose a una realidad innata. Esta realidad innata significa que uno ya no queda atrapado en el mundo de la relatividad, alcanzando una continuidad en su conciencia que le permite trascender todo lo transitorio, todo lo perecedero, todo lo finito.

En la Unidad no dual, puede observar las cosas “tal como son” a este estado se le llama “Talidad” y en el budismo tathagata. La contemplación va despejando todos los obstáculos, todas las sombras que oscurecen nuestra visión, entendimiento y comprensión, para finalmente en plena atención y lucidez comprender que es el despertar de la conciencia o la iluminación. Y ello tiene que ver con la “visión”, es como ver con una luz sin sombras, con una conciencia pura, libre e incontaminada, una conciencia emancipada libre de todo condicionamiento.

Los occidentales estamos llenos de conceptos, teorías, especulaciones, etc. por lo que el viaje hacia la contemplación requiere de paciencia, pero hay un modo de acceder a la cumbre de la contemplación sin agobios, y este acceso es el “Presente”; por ejemplo, en el Mindfulness se insiste en esa atención en el momento, en el presente. Pero el verdadero presente es atemporal, es decir no está condicionado ni por el pasado ni por el futuro, como dicen algunos filósofos orientales existe un cuarto tiempo, estando el pasado, el futuro, el presente y el presente incondicionado.

Vivir el presente se debe de convertir en un estado atemporal, donde todo lo pasajero o transitorio se verá desde una a-perspectiva, es decir, sin estar condicionado por nuestro limites, por nuestra moral, prejuicios, etc. Por lo que el presente nos une a lo eterno. Por lo dicho, comprenderán la insistencia de muchas tradiciones y maestros de la meditación respecto a vivir en el presente, en el “aquí y ahora”.

Esperando que estas palabras les invite a la reflexión, les esperamos en próximos artículos, donde mostraremos como nuestra conciencia apunta hacia lo Integral y la unidad no dual.

Atentamente:

Rafael Pavía.