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Mostrando entradas de marzo, 2021

El Ser y la no dualidad

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El Ser y la no dualidad El budismo es una filosofía espiritual ateísta no cree en un dios todopoderoso y omnipotente, la visión budista sobre la espiritualidad se concibe en la comprensión de nuestra naturaleza primordial. Mientras en el cristianismo si se cree en un dios omnipotente, creador de todo y todopoderoso, esa visión del cristianismo nos hace prácticamente inaccesible unir a dios y al hombre, aunque en la visión gnóstica se nos enseña que el Cristo el hijo del hombre y de Dios unifica lo divino y lo humano, tal como dijo Jesucristo: “El Padre y yo somos uno solo” (Juan 10:30). En el evangelio gnóstico de Tomas podemos ver la visión de Cristo en la no-dualidad: < Dijo Jesús: «He arrojado fuego sobre el mundo y ved que lo mantengo hasta que arda>. <Dijo Jesús: «Pasará este cielo y pasará asimismo el que está encima de él. Y los muertos no viven ya, y los que están vivos no morirán. Cuando comíais lo que estaba muerto, lo hacíais revivir; ¿qué vais a hacer cuando estéi

El Fin de la Gran Obra Alquimista

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El Fin de la Gran Obra Alquimista El fin de la gran obra alquimista tiene su objetivo, su finalidad, en lo que concierne a la sexualidad la finalidad es el dominio de nuestro instinto sexual, donde Lucifer el hacedor de luz es blanqueado con su propio fuego sexual y el perro cerbero con sus tres cabezas es domesticado de tal modo que se alcanza la dominación del cielo, la tierra y el infierno. Ahora bien, la finalidad de la gran obra no termina con el dominio de la sexualidad, existe por otro lado la investigación sobre nuestra conciencia, la indagación sobre sí mismo, sobre nuestra realidad profunda. Una vez dominada la sexualidad y toda su fuerza energética dando alas a nuestra serpiente ígnea de mágicos poderes el Kundalini, nos resta sumirnos en la más profunda comprensión de nuestra naturaleza que traspasa la realidad física y psíquica. Ahondar y profundizar en la plenitud de nuestro Ser demanda una comprensión completa de nuestra mente, recordemos al M. Samael que le dice a su di