El lenguaje de las bestias, de los humanos y de los dioses

El lenguaje de las bestias, de los humanos y de los dioses.

Dice la serpiente Uraeus que se levantó sobre la frente de los hierofantes egipcios, que ella posee la sabiduría velada de la diosa Isis, mientras la diosa Isis nos dice que ningún mortal develara su misterio. 


Las bestias nos hablan en su lenguaje corporal, en sus hacer, en sus vuelos las aves expresan la libertad soñada y en sus cantos la melodía del momento presente, cuando el búfalo Tatanka recorre las praderas nos dice que "la fuerza esta en amar la tierra", mientras el gusano nos dice que hay que ser pacientes, aceptar nuestra condición mientras llega la metamorfosis que nos dará alas para saciarnos del néctar de las flores. Las flores son el cáliz de los dioses que ven más allá de la primavera el ciclo de la vida, diciéndonos “la belleza que ven tus ojos está dentro de ti, no lo olvides cuando llegue el invierno”.

Hablan las bestias, las plantas y la misma tierra en su lenguaje vivo al que los humanos llamamos ecosistema, sin comprender que sistema rige en la “eco-casa” (del griego oîkos ‘casa, familia’, ‘patria, patrimonio’). Nuestro empeño en ser reyes de la naturaleza nos ha hecho codiciosos sin medida, dejando el lastre de la muerte en la faz de la tierra. Los reyes también mueren y sus súbditos se rebelan con sus armas, las bestias hablan con sus dioses y ellos dicen: “cambiaremos de nuevo la faz de la tierra, cambiaremos el clima, moveremos las montañas con nuestros terremotos y volcanes, haremos que los mares inunden sus viviendas, los ahogaremos con su propia basura”.

Los humanos piensan y hablan sin ver ni sentir la tierra que pisan, sin escuchar el mar, sin respetar el aire que respiran, su alma arrogante piensa y habla solo para escucharse a sí mismos, mientras su reinado se quebranta bajo sus pies.

Y ¿que dicen los dioses? Que los humanos siempre fueron libres de hacer y deshacer, y los humanos respondieron a los dioses, vosotros sois una ilusión que nosotros mismos creamos, pero ahora conocemos la realidad y ya nuca más nos engañareis, a lo que los dioses respondieron: “cierto es que somos ilusiones vuestras y seguiremos siendo ilusiones, pues vosotros mismos vivís de ilusiones, sin daros cuenta que vuestra existencia es una co-creacion, en la que todos los seres somos Uno”, el silencio ignorante hizo mella entre los humanos, mientras algunos otros se refugiaron en el silencio esclarecedor.

El silencio ignorante duro poco y la cháchara siguió su curso sin ton ni son, mientras que los que se refugiaron en el silencio esclarecedor, vislumbraron la unidad del ecosistema, vieron que las entrañas de la tierra poseen la sabiduría ancestral, y que las bestias son la voz viva del “anima del mundo”.



Comentarios

Entradas populares de este blog

Meditación Contemplativa

La eliminación de “yo”.

Ilusión y desilusión espiritual