CONCIENCIA INTEGRAL Y EL SILENCIO
Sabemos que existen diferentes niveles o estados de conciencia, superponiéndose el superior al inferior, hasta que llegamos a una conciencia integral que incluye todos los estados de conciencia precedentes.
Aquí mostramos un esquema de Ken Wilder que nos muestra como diferentes autores e investigadores de la conciencia han vislumbrado los diferentes estados de conciencia, facilitando la visión del esquema con un indicador de colores.
Nos indica ken Wilder que quien se encuentra en un estado inferior de conciencia apenas puede vislumbrar el siguiente estado superior, indicándonos también que se ha demostrado que con la práctica de meditación se hace más accesible subir y escalar a otros niveles superiores de conciencia.
Nos sucede que la visión que cada cual tiene de sí mismo y del mundo que nos rodea esta limitada y condicionada por unos parámetros que hemos adquirido y que dan forma a nuestra concepción de ver la realidad de las cosas y de sí mismos.
La visión limitada de cada uno de nuestros diferentes estados de conciencia, se le puede llamar “visión túnel”, esta es una visión focalizada en nuestros parámetros limitativos. No verán del mismo modo las diferentes cuestiones de la vida alguien que se encuentra en el nivel ámbar de conciencia, que alguien que se encuentre en el nivel verde, así la política, los asuntos sociales, la ecología, la guerra y la paz, o la misma muerte se vera de diferentes modos y difícilmente podrá haber entendimiento entre un estado ámbar y uno verde.
Poder escalar hacia una conciencia integral capaz de comprender e incluir los diferentes estados de conciencia, requiere de ejercitarse en la investigación de la propia conciencia, para ello podemos apoyarnos en la meditación y el silencio.
El silencio, es una actitud que nos permite abrir la capacidad de observar y en la medida que abrimos la capacidad de observar nuestra visión se hace más clara, mas diáfana, dejando atrás nuestra limitada visión túnel. Con el silencio nuestra capacidad de atención se acrecienta a la vez que nuestra capacidad reflexiva. Siendo el silencio una actitud que siempre nos abrirá nuevas perspectivas, mejorando nuestra comprensión hacia todo y hacia sí mismos.
La cualidad del silencio es que no condena ni justifica, ni analiza racionalmente, sino que en el mismo silencio continua atenta la conciencia profundizando en la comprensión y en la apertura, permitiendo ahondar en la propia naturaleza innata de la conciencia, finalmente nuestra conciencia podrá quedar libre de todo condicionamiento, por lo que podrá ver las cosas y a uno mismo “tal cual es”. Esta visión totalmente abierta e incondicionada se le llama “Talidad”.
Cuando se medita en el silencio sorteamos o trascendemos toda limitación, siendo que el observador permanece en silencio mientras nuestros pensamientos y emociones van y viene, suben y bajan, etc. en el silencio se pude ver con mayor claridad todos nuestros movimientos y con ello nuestras limitaciones, nuestros parámetros habituales, etc. Lo observado y el observador no tienen fronteras en el silencio o en la conciencia innata, de hecho, el observador es lo observado, puesto que nadie puede ver más allá de sus condicionamientos, mientras no se disponga a una apertura silenciosa incondicionada, que le permita abrirse en su visión túnel hasta que alcance una visión de 360º grados, una visión panorámica integral.
Rafael Pavía.
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