La vida en la conciencia no dual I
La vida en la conciencia no dual I
La conciencia individual y colectiva, lo interior y lo exterior, lo materia y espiritual, el espectador, observador o testigo, la mente, la conciencia indivisa, …
Una vez se entiende la teoría sobre la conciencia no dual, viene después experiencia vivida, esta experiencia se realiza usando nuestra propia conciencia, experimentando en nosotros mismos nuestra realidad, esta realidad dada por el cuerpo físico y nuestra mente posee una estructura que implica tanto a la conciencia individual como a la conciencia colectiva de la humanidad, ambas conciencias la individual y la colectiva no son dos sino una sola y única conciencia indivisa.
Nuestra mente ha configurado una realidad y unas estructuras que ha reflejado en sus simbolismos, mitos, escrituras, enseñanzas, etc., configurando una diversidad de visiones que tienen en común nuestro imaginario, es decir nuestra capacidad de imaginar e interpretar aquello que vemos. Los dioses, las diosas, de todos los mitos, de toda la geografía terrestre surgen de nuestra mente, conocer como estructuramos lo que vemos y percibimos es pura y autentica clarividencia o imaginación, pues imaginar es ver.
Ver, es ver toda la realidad, si apelamos a toda la tradición sobre el ejercicio de la autoconciencia, nos ponen a la conciencia como un testigo, como un espectador u observador de todos los aconteceres temporales y circunstanciales de nuestro existir, pongamos pues, el ejemplo de un espectador de cine que está viendo la película de su existencia, el espectador vera las escenas de la película con sus sentidos físicos, teniendo un resultado de una actividad psíquica emocional y mental, que también deberemos observar, al igual que somos conscientes que la realidad de la película está basada en el juego de luces, de la máquina de proyección, la pantalla, la cinta o rollo de la película, así como de todo lo que es la industria cinematográfica, que hay detrás de la proyección de la película, del mismo modo, también tenemos que conocer toda la estructura mental del que percibe e interpreta dentro de nosotros la película.
Pasando de la metáfora de la película a la realidad, nosotros veríamos la conciencia colectiva a semejanza de todo el montaje industrial cinematográfico, es decir veríamos con el uso de la razón y lo que la ciencia nos ha aportado, como el conocimiento de esa realidad externa que perciben nuestros sentidos, desde lo microscópico a lo macroscópico; ahora bien, toda esa realidad externa con toda su elaborada estructura, es interpretada por nuestra mente, nuestra mente juega el papel del espectador en la metáfora de la película (aunque no solo eso, como explicaremos más adelante), sucediendo que en el caso del espectador tenemos un desconocimiento de toda su estructura, montaje, industria, etc., sabemos que tenemos emociones, razonamientos, instintos, etc., pero desconocemos gran parte de su gestión, administración coordinación, etc., este conocimiento del mundo exterior y el vago conocimiento de lo interior o de la mente, es debido a que hemos volcado toda nuestra atención sobre el mundo externo, dejando pendiente el conocimiento de nuestro mundo interior.
¿cómo interpreta, califica, juzga, elabora, discierne, nuestra mente? ¿qué estructuras, montajes, concepciones, teorías, ha creado nuestra mente? ¿qué conocemos y que existe dentro y fuera de nuestra mente? ¿cómo se elaboraron los esquemas, estructuras, teorías, creencias sobre el alma, la psiquis, el espíritu, dios, divinidad, etc.? tenemos teologías, mitologías, tenemos la cábala hebrea, tenemos el raja-yoga y su elaborado sistema de chacras, y un largo etc. de diferentes modos de auto-elaborar nuestra estructura, a lo que debemos añadir toda la psicología moderna de occidente; la cuestión es la siguiente, ¿todo lo ha elaborado nuestra mente? O ¿hay algo de fuera de nuestra mente que ha creado lo que nuestra mente percibe y concibe? ¿si hay algo fuera de nuestra mente, algo así como un Dios, un creador, un demiurgo, etc., como lo podemos conocer si esta fuera de nuestra mente?
Conocer al espectador, al testigo, al observador, dentro de nosotros mismos es fundamental para despertar conciencia, para conocer objetivamente toda la estructura, montaje, industria, administración, gestión, etc., de nuestro mundo interior, donde las emociones, los razonamientos, las creencias, la imaginación, la capacidad interpretativa y la capacidad cognitiva han recreado toda una diversidad de enfoques intentando descubrir y articular nuestro propio mundo interior o mente. Y sigue la cuestión ¿hay algo fuera de nuestra mente que podamos conocer? La cuestión sobre si hay algo fuera de nosotros mismos o de nuestra mente, es de suma importancia, puesto que, si es así, en caso de existir algo fuera de nuestra mente, ¿como lo podemos percibir? ¿cómo lo podemos conocer?, se dice que ello es posible gracias a la inspiración divina, pero ¿cómo lo percibe en ese caso nuestra mente? ¿cómo lo divino conecta con nuestra mente, desde fuera de nuestra mente? Y ¿si todo ocurre dentro de nuestra mente, como nuestra mente crea un dualismo entre lo de fuera y lo de dentro? Es decir, si realmente hay algo fuera de nosotros mismos, fuera de nuestra mente es lo que llamamos mundo exterior y allí en el mundo exterior, si ubicamos a dios fuera de nosotros en ¿qué lugar del espacio se encuentra? No existe tal lugar, a menos que pensemos que está en las iglesias estatuas, libros, naturaleza, etc. pero eso también lo piensa la mente en su interior.
La conciencia no-dual es la conciencia primordial que junto a la mente participa de toda la naturaleza del Ser, ya que la propia mente ha creado el “yo” y todo lo que se desenvuelve junto y en el “yo”. La naturaleza del Ser es indivisa, es uní-total, por tanto, conciencia, Ser, mente, ego, “yo”, alma, espíritu, más los valores dados en relación a lo divino como la libertad, la justicia, la bondad, la pureza, la ecuanimidad, etc., son de naturaleza abstracta, invisibles e impalpables, por ello aunque lo busquemos fuera jamás lo encontraríamos, participando todo de una naturaleza indivisa, junto y unido a la vez, con lo que consideramos contrario a lo divino como el mal, el pecado, la ignorancia, el odio, la mentira, etc. toda la realidad tanto exterior como interior es indivisa, porque todo se encuentra en nuestra mente, tanto lo individual como lo colectivo, lo exterior como lo interior, lo de arriba como lo de abajo, tanto lo divino como lo demoniaco, etc. todo surge y regresa a la mente.
Más adelante explicaremos mejor que es la cábala y el árbol de la vida y cuál es el sistema del raja-yoga, que son dos de las principales sistemas utilizados para configurar nuestra anatomía oculta, la cábala para occidente y los chacras en oriente. Surgiendo toda configuración hecha para cartografiar nuestro interior por la elaboración de la propia mente, que crea y configura lo divino y su contrario.
La unidad, la dualidad, la multiplicidad, la materia, el espíritu, la energía, son indivisos, los une la conciencia. En ultima y primera instancia en la conciencia se unifica Todo.
Si apelamos en estos instantes a la intuición, podremos captar porque la mente es de naturaleza hermética, ya que todo surge de la mente y todo regresa a la mente, todo nace en la mente y todo muere en la mente, etc. Este círculo hermético es la base suprema del tantra o alquimia. Nada puede surgir ni entrar en la mente que no sea propio de la mente. Por ello la mente tiene una naturaleza universal e infinita, abarcando lo exterior e interior.
La Conciencia, el testigo, el observador, el espectador, esta dentro y fuera, siendo la conciencia indivisa y siempre presente la que debe resolver por sí misma su conflicto separatista, su confusión, su desentendimiento entre la dualidad de lo exterior y lo interior, entre la estructura del mundo externo y la estructura o naturaleza del mundo interior, cuando se logra unificar y comprender la estructura de lo exterior-colectivo y lo interior-individual, entonces seremos verdaderos clarividentes objetivos.
Atentamente:
Rafael Pavía 23/04/2020.
La conciencia individual y colectiva, lo interior y lo exterior, lo materia y espiritual, el espectador, observador o testigo, la mente, la conciencia indivisa, …
Una vez se entiende la teoría sobre la conciencia no dual, viene después experiencia vivida, esta experiencia se realiza usando nuestra propia conciencia, experimentando en nosotros mismos nuestra realidad, esta realidad dada por el cuerpo físico y nuestra mente posee una estructura que implica tanto a la conciencia individual como a la conciencia colectiva de la humanidad, ambas conciencias la individual y la colectiva no son dos sino una sola y única conciencia indivisa.
Dios Bifronte Jano
Nuestra mente ha configurado una realidad y unas estructuras que ha reflejado en sus simbolismos, mitos, escrituras, enseñanzas, etc., configurando una diversidad de visiones que tienen en común nuestro imaginario, es decir nuestra capacidad de imaginar e interpretar aquello que vemos. Los dioses, las diosas, de todos los mitos, de toda la geografía terrestre surgen de nuestra mente, conocer como estructuramos lo que vemos y percibimos es pura y autentica clarividencia o imaginación, pues imaginar es ver.
Ver, es ver toda la realidad, si apelamos a toda la tradición sobre el ejercicio de la autoconciencia, nos ponen a la conciencia como un testigo, como un espectador u observador de todos los aconteceres temporales y circunstanciales de nuestro existir, pongamos pues, el ejemplo de un espectador de cine que está viendo la película de su existencia, el espectador vera las escenas de la película con sus sentidos físicos, teniendo un resultado de una actividad psíquica emocional y mental, que también deberemos observar, al igual que somos conscientes que la realidad de la película está basada en el juego de luces, de la máquina de proyección, la pantalla, la cinta o rollo de la película, así como de todo lo que es la industria cinematográfica, que hay detrás de la proyección de la película, del mismo modo, también tenemos que conocer toda la estructura mental del que percibe e interpreta dentro de nosotros la película.
Pasando de la metáfora de la película a la realidad, nosotros veríamos la conciencia colectiva a semejanza de todo el montaje industrial cinematográfico, es decir veríamos con el uso de la razón y lo que la ciencia nos ha aportado, como el conocimiento de esa realidad externa que perciben nuestros sentidos, desde lo microscópico a lo macroscópico; ahora bien, toda esa realidad externa con toda su elaborada estructura, es interpretada por nuestra mente, nuestra mente juega el papel del espectador en la metáfora de la película (aunque no solo eso, como explicaremos más adelante), sucediendo que en el caso del espectador tenemos un desconocimiento de toda su estructura, montaje, industria, etc., sabemos que tenemos emociones, razonamientos, instintos, etc., pero desconocemos gran parte de su gestión, administración coordinación, etc., este conocimiento del mundo exterior y el vago conocimiento de lo interior o de la mente, es debido a que hemos volcado toda nuestra atención sobre el mundo externo, dejando pendiente el conocimiento de nuestro mundo interior.
¿cómo interpreta, califica, juzga, elabora, discierne, nuestra mente? ¿qué estructuras, montajes, concepciones, teorías, ha creado nuestra mente? ¿qué conocemos y que existe dentro y fuera de nuestra mente? ¿cómo se elaboraron los esquemas, estructuras, teorías, creencias sobre el alma, la psiquis, el espíritu, dios, divinidad, etc.? tenemos teologías, mitologías, tenemos la cábala hebrea, tenemos el raja-yoga y su elaborado sistema de chacras, y un largo etc. de diferentes modos de auto-elaborar nuestra estructura, a lo que debemos añadir toda la psicología moderna de occidente; la cuestión es la siguiente, ¿todo lo ha elaborado nuestra mente? O ¿hay algo de fuera de nuestra mente que ha creado lo que nuestra mente percibe y concibe? ¿si hay algo fuera de nuestra mente, algo así como un Dios, un creador, un demiurgo, etc., como lo podemos conocer si esta fuera de nuestra mente?
Conocer al espectador, al testigo, al observador, dentro de nosotros mismos es fundamental para despertar conciencia, para conocer objetivamente toda la estructura, montaje, industria, administración, gestión, etc., de nuestro mundo interior, donde las emociones, los razonamientos, las creencias, la imaginación, la capacidad interpretativa y la capacidad cognitiva han recreado toda una diversidad de enfoques intentando descubrir y articular nuestro propio mundo interior o mente. Y sigue la cuestión ¿hay algo fuera de nuestra mente que podamos conocer? La cuestión sobre si hay algo fuera de nosotros mismos o de nuestra mente, es de suma importancia, puesto que, si es así, en caso de existir algo fuera de nuestra mente, ¿como lo podemos percibir? ¿cómo lo podemos conocer?, se dice que ello es posible gracias a la inspiración divina, pero ¿cómo lo percibe en ese caso nuestra mente? ¿cómo lo divino conecta con nuestra mente, desde fuera de nuestra mente? Y ¿si todo ocurre dentro de nuestra mente, como nuestra mente crea un dualismo entre lo de fuera y lo de dentro? Es decir, si realmente hay algo fuera de nosotros mismos, fuera de nuestra mente es lo que llamamos mundo exterior y allí en el mundo exterior, si ubicamos a dios fuera de nosotros en ¿qué lugar del espacio se encuentra? No existe tal lugar, a menos que pensemos que está en las iglesias estatuas, libros, naturaleza, etc. pero eso también lo piensa la mente en su interior.
La conciencia no-dual es la conciencia primordial que junto a la mente participa de toda la naturaleza del Ser, ya que la propia mente ha creado el “yo” y todo lo que se desenvuelve junto y en el “yo”. La naturaleza del Ser es indivisa, es uní-total, por tanto, conciencia, Ser, mente, ego, “yo”, alma, espíritu, más los valores dados en relación a lo divino como la libertad, la justicia, la bondad, la pureza, la ecuanimidad, etc., son de naturaleza abstracta, invisibles e impalpables, por ello aunque lo busquemos fuera jamás lo encontraríamos, participando todo de una naturaleza indivisa, junto y unido a la vez, con lo que consideramos contrario a lo divino como el mal, el pecado, la ignorancia, el odio, la mentira, etc. toda la realidad tanto exterior como interior es indivisa, porque todo se encuentra en nuestra mente, tanto lo individual como lo colectivo, lo exterior como lo interior, lo de arriba como lo de abajo, tanto lo divino como lo demoniaco, etc. todo surge y regresa a la mente.
Más adelante explicaremos mejor que es la cábala y el árbol de la vida y cuál es el sistema del raja-yoga, que son dos de las principales sistemas utilizados para configurar nuestra anatomía oculta, la cábala para occidente y los chacras en oriente. Surgiendo toda configuración hecha para cartografiar nuestro interior por la elaboración de la propia mente, que crea y configura lo divino y su contrario.
La unidad, la dualidad, la multiplicidad, la materia, el espíritu, la energía, son indivisos, los une la conciencia. En ultima y primera instancia en la conciencia se unifica Todo.
Si apelamos en estos instantes a la intuición, podremos captar porque la mente es de naturaleza hermética, ya que todo surge de la mente y todo regresa a la mente, todo nace en la mente y todo muere en la mente, etc. Este círculo hermético es la base suprema del tantra o alquimia. Nada puede surgir ni entrar en la mente que no sea propio de la mente. Por ello la mente tiene una naturaleza universal e infinita, abarcando lo exterior e interior.
Atentamente:
Rafael Pavía 23/04/2020.
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